La ventaja que aporta el nuevo Pegasus es más selectiva y permite observar el comportamiento de los conductores identificando las conductas de riesgo. Pegasus puede actuar desde una altura de 300 metros y a un kilómetro de distancia del objetivo. La finalidad del sistema es conocer las coordenadas geográficas (latitud y longitud) del vehículo al que se está controlando para calcular su velocidad. En primer lugar, sitúa la posición del helicóptero en el espacio con extraordinaria precisión, a través de varios mecanismos (giróscopos y acelerómetros) y un programa informático añadidos a las cámaras de vigilancia. A continuación, un láser mide la distancia entre el helicóptero y el vehículo cada tres segundos. Con estos datos puede conocer las sucesivas posiciones del vehículo y calcular su velocidad media a efectos de sanción. Confirmada la infracción, un fotograma de la grabación se envía telemáticamente como prueba al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (ESTRADA) desde donde se tramita. Está prevista la actuación inmediata en casos de delito, contactando desde el mismo helicóptero con una patrulla de la Guardia Civil.